Merecida Concha de Oro a Mejor Película en el Festival de Cine de San Sebastián 2012. Cautivador film francés sobre la relación de un profesor de literatura y un alumno con inesperadas dotes para la escritura y una especial manera de encontrar inspiración para lo que escribe. La película está basada en la obra teatral del dramaturgo madrileño Juan Mayorga, ‘El chico de la última fila’.
Un frustado novelista y profesor de literatura descubre entre las mediocres redacciones de sus alumnos una que capta su atención por lo que cuenta y cómo está escrita. El chico de la última fila de clase resulta tener un talento especial para escribir. El relato que va entregando por partes en clase consigue cautivar al profesor hasta el punto de querer instruirle para escribir una novela. Sin embargo, las historias del alumno están basadas en experiencias reales. Su fuente de inspiración es el entorno familiar de uno de sus compañeros de clase, donde se introduce para ser uno más de la casa y poder espiarles desde dentro.
Lo que al principio parece un sencillo e inocente vínculo, acaba complicándose al mezclarse realidad y ficción, dando lugar a una situación en la que tanto profesor como alumno pierden el control de la situación. El director francés François Ozon ya nos tiene acostumbrados a este tipo de situaciones en sus películas, donde los personajes y sus acciones flirtean entre lo real y lo literario.
Un cautivador guión y una notable elección de actores que resultan en una película diferente y agradecida. Recomendable.
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