Guillem Morales. España. 2010
A pesar de haberme aconsejado muchos que no merecía la pena verla, no os he hecho caso y le he dedicado cerca de 2 horas de una sobremesa de sábado a este thriller dirigido por Guillem Morales, Los ojos de Julia, la película que abrió la pasada edición del Festival de Sitges. Y puedo decir que lo he hecho con gusto…De nuevo creo que han entrado en juego la sugestión y los prejuicios, esos que hacen que una película te parezca mala después de que todo el mundo te haya dicho que es genial, y viceversa. Aquí debe haberse dado el segundo fenómeno. Tan mala me la habéis puesto algunos, que no esperaba sentir la intriga y el desasosiego que me ha transmitido Belén Rueda (en este film, por duplicado) con sus persecuciones y sus angustias a oscuras. He de reconocer que tiene sus partes de guión flojas, con algún diálogo desechable y aburrido, pero por lo general entretiene, y a mí que me gusta un suspense, pues más.
Tiene algún toque a lo Hitchcock y en algún momento la Rueda me ha recordado a la Audrey Hepburn de Sola en la oscuridad (espero que sepáis perdonarme).
Como decíamos, fue elegida para abrir la edición del Festival de Sitges de 2010, con presentación (poco afortunada según mis fuentes) de Belén Rueda incluida. Como digo, no triunfó mucho allí, se esperaba más de esta producción de Guillermo del Toro (con quién ya coincidió la protagonista en El Orfanato), pero es que en Sitges siempre esperamos, y mucho. En taquillas sí arrasó, superando el millón de espectadores en seis semanas.
Es el segundo largometraje de Guillem Morales. El primero fue El habitante incierto (2005), una película de terror con la que fue nominado al Goya al mejor director novel. Su cortometraje, Back Room (1999), también recibió numerosos premios internacionales y otra nominación al Goya.
Insisto, recomendable para una tarde de manta y palomitas poco exigente.
Trailer:
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