Charles Ferguson. EEUU. 2010
Inside Job, la película ganadora del Oscar a la mejor película documental en la pasada edición de los Premios Oscar 2010.
El cartel del documental lleva irónicamente el anuncio «La película que costó más de $20.000.000.000.000 hacerla». Cifra inimaginable, incalculable, inalcanzable. Como las cifras que se mencionan en el documental entre los sueldos de los directivos y trabajadores de Lehman Brothers, AIG, Bear Stearns o Goldman Sachs, entre otros,quienes fueron engordando su bolsillo a costa de las pérdidas de ahorros, hogares y empleos de otros, los de siempre. El documental, a través de la voz en off de Matt Damon, nos lleva entre declaraciones de inversores, brokers, políticos, banqueros, ministros y académicos, a confirmar lo que ya sabemos, lo que ya nos han contado, cómo comenzó la crisis financiera del 2008, pero además profundiza en algo básico, los responsables. Es un documental necesario, porque a pesar de conocer de manera general las causas, nos da información nueva y explicaciones lo suficientemente claras como para aterrarse ante las atrocidades económicas que se permitieron en EEUU sin pensar en las consecuencias.
La película remueve. Pero más cuando se constata que ningún culpable ha sido castigado, sino al contrario, se quedaron con el dinero que habían ganado con falsos beneficios y a base de jugar sucio, y aún incluso se les pagó grandes cantidades como compensación al ser despedidos de sus respectivas firmas. ¿Cómo es posible? Se te queda una cara de tonto al enterarte de esto que no sabes a dónde mirar. Y aquí no acaba todo, muchos de los responsables de esta crisis mundial siguen en el poder en Estados Unidos, en la cúpula de Obama. Otro, quien prometió antes de las elecciones que lucharía contra un gobierno manejado por Wall Street, y ahora inversores y ex-reguladores forman parte de su gobierno.
Hasta los académicos de las famosas universidades de prestigio (Harvard, Columbia) estuvieron implicados de alguna manera. Los expertos y magistrados en economía son contratados por las grandes firmas para realizar sus estudios de inversiones. Todos comprados. A todos les gusta el dinero.
Lo peor de todo: la crisis financiera que aún seguimos arrastrando pudo haberse evitado. Pero no quisieron pararlo. Fueron avisados, pero estos empresarios, estos grandes intelectuales de los números, las inversiones, del control de la bolsa… se hicieron los sordos y los ciegos, y siguieron jugando, con nuestro dinero y con nuestros sueños.
De nuevo la realidad supera a la ficción. Os parecerá increíble escuchar muchas de las declaraciones que salen en el documental, tanto en juzgados como las contadas al propio director Charles Ferguson a la cara; parecen sacadas de una sitcom, sólo faltan las risas de fondo…. Si estos manejan el mundo, que lo paren que yo me bajo.
Trailer:
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