Midnight in Paris

Woody Allen. EEUU. 2011.

Querido por muchos y odiado por otros, el maestro Woody Allen sigue dejándose oír, ya sea con el clarinete o sin él. Hay muchas películas que admiro del cine de Woody Allen. Y últimamente estoy más que agradecida con la elección de sus localizaciones. Tras recorrer Barcelona con Vicky y Cristina, y el Londres contemporáneo de Conocerás al hombre de tus sueños (You will meet a tall dark stranger, 2010), en su último largometraje paseamos por las románticas calles de París con una espectacular y culta compañía, transportándonos en el tiempo y saboreando las pinceladas de las mejores épocas que ha vivido París mientras vamos planteándonos la eterna cuestión de si cualquier tiempo pasado fue mejor.

Sorprendentemente, el actor elegido en esta ocasión por el director para llevar todo el peso de la historia es Owen Wilson, conocido por películas poco serias y sin mucho peso cinematográfico, la más conocida Starsky y Hutch. Y digo que sorprende porque al principio, bajo inevitables prejuicios, puede provocarnos confusión con su porte de comedieta de sobremesa, y sin embargo en pocos minutos te gana y acabas adorándole a todo él, nariz retorcida incluida. Pero qué personaje tan entrañable! Gil es un escritor y guionista norteamericano que unos días antes de casarse viaja a París por motivos de trabajo junto a su prometida los padres de ésta (uf). Fascinado y atraído por esta ciudad desde siempre, dedica su tiempo a pasear por ella buscando inspiración para su último guión. Entre preparativos de boda, unos suegros insoportables y una novia insatisfecha y egoísta, Gil vivirá una experiencia inimaginable, que, por respeto, no destriparé. Tan sólo desvelaré la presencia en el film de personajes conocidos (a destacar la genial interpretación de Adrien Brody como el surrealista Dalí)que junto con el toque asíncrono de humor son, a mi parecer, el éxito de la película.

La ciudad de la Luz, de la edad de oro, la cuna del cabaret y de la Belle Époque, ha visto nacer y crecer desde siempre a grandes artistas, filósofos, escritores… Todo este atractivo cultural de diferentes épocas es el hilo principal de la historia, pero también hay una parcela importante para el romanticismo que cómo no ha de tener presencia en la ciudad del amor. La pareja femenina para estos encuentros no podía ser mejor. Creo que Marion Cotillard, con su Oscar a la mejor actriz por La vida en rosa (La vie en rose), tiene la presencia y esencia perfectas para vivir l’amour parisien en el París de los años 20.

Imagen de la pelicula Midnight in Paris

Según se dice, a Woody Allen también le ha enamorado desde siempre esta ciudad, y creo que lo transmite en cada imagen. A pesar de ser una historia lineal y predecible, los pequeños detalles, la historia de amor, la pasión por las letras y el arte, son los que hacen que nos traslademos y añoremos junto al personaje a ese dorado París, dejándonos un sabor de boca dulce y positivo al final del film.

Trailer de Midnight in Paris

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3 Replies to “Midnight in Paris

  1. A mí Owen Wilson nunca me ha gustado, pero reconozco que de todos los «alter ego» que suele meter Allen en algunas de sus pelis, es si no el mejor, de los mejores sin duda.

    Agur!

    PD: Yo también soy defensor, a ultranza además, del amigo Woody. Como algunos otros directores, hasta sus pelis malas me parecen buenas. ¡Incluso he tenido el gustazo de hacerle un par de preguntas las 2 veces que ha venido a Donosti! Para mí, un lujazo haberlo podido hacer.

  2. Pues la primera vez que fue a Donosti, que fue con «Melinda y Melinda», le pregunté a ver si era consciente de que, al igual que a muchos nos gustan sus películas y lo que hace, también hay gente a la que no le gusta, pero sólo por el simple hecho de ser de Woody Allen, al argumentar (casi siempre de forma única) que siempre hace lo mismo: que si temas de pareja, que si temas de psicólogos, etc.

    Él me respondió que bueno, que no era consciente, que él hacía lo que quería, y que consideraba que sus películas eran todas diferentes, que no podías comparar por ejemplo «Delitos y faltas» con «Balas sobre Broadway»… Y me puso el ejemplo de la comida china: tienes un huevo y medio de platos, todos diferentes entre sí, pero al fin y al cabo… es comida china.

    ¡Gran respuesta!

    La segunda vez que estuvo en Donosti, con «Vicky Cristina Barcelona», le pregunté lo siguiente: «Aparte del dinero, ¿qué hace mover mejor al mundo, el sexo o el amor?». Él me respondió que simplemente no podía concebir el mundo sin esas cosas, que ambas eran necesarias. La pena con esta pregunta fue que como Allen estaba acompañado de Javier Bardem y Rebecca Hall (que no me hizo mucha gracia), pues les dije que si querían podían responder también, a lo cual entre que no supieron qué decir y tal, pues por no alargar el asunto, Allen dijo eso.

    La siguiente vez que me pasó algo parecido fue el año pasado con Julia Roberts, con quien también estaba Bardem pero en quien yo me centraba era en el gran Richard Jenkins. Total que a la Roberts le hice una pregunta rápida (que no me respondió o que me respondió mal y que a mí no me interesaba nada) para centrarme en Jenkins, a quien le dije que admiraba y pregunté si le gustaban esos papeles pequeños a los que nos tiene tan acostumbrados y que por lo general suele bordar. Me respondió que no había «pequeños papeles», sino que él trataba de sacar lo mejor posible de ellos y de su trabajo.

    Uf, menuda chapa… Es que claro contar cosas así no se pueden contar en 3 líneas, leches!

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